El conocimiento es hoy el principal factor creador de riqueza. Adicionalmente, la realidad virtual se ha abierto paso y ha desplazado, en parte, a la realidad física. En este contexto, las organizaciones transforman sus espacios arquitectónicos para que sean facilitadores, y no obstáculos, de su cambio y su expansión. Desde antes de 2019, las principales organizaciones en el mundo ya re-diseñaban sus espacios. La pandemia aceleró su adaptación a las transformaciones tecnológicas y comunicacionales, así como a los retos de la sostenibilidad. A diferencia de las oficinas tradicionales, propias de la era postindustrial, los espacios laborales de hoy ofrecen múltiples opciones con un rasgo común: están centradas en el ser humano. Una nueva realidad y una gran incógnita El espacio puede ayudar a transformar las organizaciones, afirma Fernando Silva, Country Manager de AEI Spaces Colombia. “Pero se trata no sólo de espacios, sino de personas, del entorno, de las nuevas realidades. Por supuesto que el espacio tiene un papel importante, pero hay una amplia lista de preocupaciones para cualquier gerente o dueño de empresa”, señala Silva. En este sentido, Silva destaca cuatro elementos relacionados con los espacios laborales y las dinámicas de las organizaciones: Con estos cuatro elementos en mente, los gerentes deben analizar si los espacios de sus organizaciones ofrecen lo mejor para los actuales tiempos de transición. Lo importante no es seguir las tendencias (o incluso las modas) en el diseño de los espacios. Lo clave es tener en cuenta las necesidades específicas de la organización, incluso las de cada departamento. Nuevos desafíos Así como los líderes empresariales, los arquitectos y diseñadores de espacios también deben tomar nota de los propósitos de cada organización, de sus planes de expansión, y de las funciones, motivaciones y expectativas de sus empleados. Algo muy importante es que las organizaciones que crecen deben incorporar a sus colaboradores en la concepción de los nuevos espacios laborales. Porque los entornos laborales se encuentran hoy en transición: de familiares y predecibles a todavía indefinidos, con múltiples opciones que mezclan lo virtual y lo físico, y los espacios para el trabajo individual y en equipo, y que deben adaptarse a estilos de trabajo nómadas, colaborativos, flexibles y remotos. El simbolismo del espacio de trabajo Con las computadoras portátiles, los trabajadores ya no están “amarrados” a un escritorio: muchos lugares fuera de la oficina pueden ser suficientes para conectarse a una videoconferencia o elaborar un informe. Pero esta flexibilidad no deja de lado la obligación de garantizar que los trabajadores, aunque lejos del tradicional escritorio, tengan condiciones laborales seguras. Ergonomía y seguridad son objeto de atención permanente, así como las condiciones ambientales (iluminación, temperatura, ventilación). De hecho, el espacio laboral es un factor fundamental de la satisfacción en el trabajo. El espacio crea, además, sentido de pertenencia y comunica los valores de la organización. Lo deseable es que los empleados relacionen la innovación y el trabajo en equipo con una oficina renovada y abierta, menos formal, y que fomente la colaboración. No obstante, debe tomarse en cuenta que en los espacios abiertos hay menos privacidad y más distracciones, que exigen un mayor esfuerzo cognitivo y causan estrés. Las tendencias El diseño de nuevos espacios va más allá de eliminar paredes y tabiques, o de sentar juntos a los colaboradores. Es ofrecer varios tipos de espacios, según el estilo de la organización y las características de cada tarea, como grado de autonomía, interacción requerida entre colegas, duración de la labor y cantidad de tiempo que deba pasarse en la oficina. Al reflexionar sobre la incorporación del trabajo remoto en la fórmula laboral tradicional, Fernando Silva afirma: “El trabajo desde casa ha introducido una nueva variable en la fórmula, y es que la arquitectura moderna se ha volcado a desarrollar activamente espacios con un enfoque centrado en el bienestar de las personas. La idea no es solo dotar a los empleados de mobiliario de oficinas para que lo adapten a sus hogares, sino pensar en desarrollar espacios que le ofrezcan una mayor comodidad, y por ende le permitan alcanzar un mejor desempeño laboral”. Los tiempos que corren son complejos para las organizaciones. Personas, procesos y tecnologías son los elementos que hay que tomar en cuenta para crear los espacios que faciliten la transformación organizacional. En definitiva, se trata de algo más que rediseñar un edificio. Puntos principales (5 puntos importantes del contenido)
Las personas pasan entre el 80% y el 90% del tiempo en espacios cerrados. Esto no siempre fue así: en el pasado la relación del hombre con la naturaleza era continua. Hoy la vida urbana ha roto esos lazos. El diseño biofílico busca recuperarlos. En las instituciones educativas el diseño biofílico incorpora elementos naturales para reconectar a estudiantes y docentes con la naturaleza y promover un mejor aprendizaje y desempeño. Pero el diseño biofílico es más que incluir plantas en espacios arquitectónicos. Es también luz natural, materiales y texturas naturales o inspirados en la naturaleza, agua, corrientes de aire, peceras y sonidos de la naturaleza, entre otros elementos. La atracción de las personas por la naturaleza es la clave para crear ambientes confortables. Beneficios de incorporar el diseño biofílico en los espacios educativos El estrés suele ser un problema para muchos estudiantes. Sus causas principales son las evaluaciones, la carga horaria y de trabajo, el estilo de vida, la competencia y la exigencia de los cursos. Si a un espacio cerrado se le incorporan ventanas con vistas a un jardín o a techos verdes se crea un entorno en el que los estudiantes pueden fijar su atención en árboles o vegetación, por ejemplo. Esta acción relaja los músculos de los ojos y modera la fatiga cognitiva. Ver escenas naturales estimula una porción más grande de la corteza visual y dispara más receptores de placer en el cerebro que ver escenas artificiales. Esto potencia conduce a una recuperación más rápida del estrés, de acuerdo con el estudio 14 Patterns of Biophilic Design, de Terrapin Bright Green, empresa de consultoría ambiental y planificación estratégica comprometida con la mejora del medioambiente. Asimismo, el estrés es menor entre niños que viven rodeados de vegetación, según la investigación Nearby Nature: A Buffer of Life Stress Among Rural Children, de los psicólogos ambientales Wells y Evans. La biofilia en los entornos educativos puede también aumentar la concentración de los estudiantes y de los docentes. Hace ya tres décadas, los psicólogos ambientales Rachel y Stephen Kaplan confirmaron que el contacto directo e indirecto con la naturaleza reducía la fatiga mental y recuperaba la atención. Su hallazgo fue reafirmado en 2002 por los investigadores Taylor, Kuo y Sullivan en Views of nature and self discipline: Evidence from inner city children. En este estudio examinaron cómo los niños expuestos a vistas de la naturaleza eran más autodisciplinados, puesto que eran capaces de concentrarse mejor y de retrasar la gratificación. Además, Taylor y Kuo, en una investigación posterior, también determinaron que los síntomas de déficit de atención pueden reducirse en actividades que se llevan a cabo en espacios verdes. La ubicación de las aulas, el ruido, la luz, la temperatura o la calidad del aire en los espacios influyen en el 25% del rendimiento académico, de acuerdo con un estudio realizado por la Universidad de Salford (Inglaterra) en 2015. La velocidad de aprendizaje, en particular, puede aumentar entre 20% y 26% con la exposición a la luz natural, según el estudio de Wells y Evans. La biofilia también puede aumentar la productividad de los estudiantes por otras razones. Wells y Evans señalan que incorporar elementos naturales a los espacios puede aumentar la asistencia en 3,5 días al año, y entre 5% y 14% los puntajes de las pruebas. En particular, incorporar plantas puede optimizar el rendimiento en ortografía, matemáticas y ciencias entre un 10% y 14%, según la investigación Plants in the classroom can improve student performance, publicada en 2010. Cómo incorporar el diseño biofílico en las instituciones educativas El diseño biofílico se puede incorporar en las instituciones educativas de muchas formas. Sin embargo, es fundamental elegir los elementos adecuados para cada espacio; de no ser así, en lugar de fomentar la concentración, podrían convertirse en elementos distractores. Para entender mejor cómo incorporar de forma correcta el diseño biofílico en las instituciones educativas, conversamos con Alejandra Arce, directora de Diseño de AEI Spaces. Arce asegura que la incorporación de la biofilia depende de quién sea el protagonista en cada espacio. Así se puede determinar qué elementos naturales y en qué cantidad se incorporan. En un salón de clases, por ejemplo, la atención de los estudiantes debe estar concentrada en las dinámicas de la clase, en los estudiantes o en la persona que dirige las sesiones. En este caso, los elementos naturales no deben ser los protagonistas, sino propiciar la atención. Los arquitectos pueden comprender qué se necesita en cada espacio y elegir el diseño con elementos biofílicos más adecuados. Gracias a su formación y experiencia pueden saber qué materiales y acabados son los más apropiados, en qué lugar serán más beneficiosos y cuáles elementos naturales vivos incorporar, entre otros. La directora de Diseño de AEI Spaces sostiene que la biofilia no solo implica incorporar elementos reales y naturales a los espacios. La relación con la naturaleza también se puede establecer con materiales como alfombras, recubrimientos de muros y mobiliario que ofrezca a los usuarios texturas y acabados que recuerdan lo natural. Arce recomienda perder el miedo a incorporar lo natural en los espacios interiores. Si bien algunos elementos biofílicos requieren mantenimiento, es menos complicado de lo que se piensa. “Hay una evolución enorme en materiales. Por ejemplo, existen musgos inmortalizados que requieren bajo mantenimiento; también hay vegetación de poco consumo de agua… Así que hay opciones que no requieren mantenimiento y otras en las que el cuidado es mínimo. A veces se pierde la oportunidad de explorar y de incorporar esos materiales por desconocimiento. Por ello lo mejor es asesorarse con los expertos”. Conclusiones Para 2050 el 68% de la población mundial vivirá en ciudades, según la Organización de las Naciones Unidas. Por ende es más probable que las personas estén cada vez más distanciadas de la naturaleza. Con el diseño biofílico en los centros educativos y en otros espacios se puede conseguir un equilibrio entre la vida moderna y lo natural para favorecer la productividad, el aprendizaje, la creatividad y el bienestar.
Para crear experiencias enriquecedoras en las instituciones educativas es clave diseñar espacios personalizados, utilizar mobiliario flexible y aprovechar cada rincón para promover el aprendizaje. El sistema educativo ha experimentado cambios graduales para evolucionar junto a la sociedad. Con el transcurrir de las décadas pasamos, por ejemplo, de un modelo de enseñanza en casa al modelo conductista, después al constructivismo, hasta llegar al conocido método Montessori. En todos estos casos, los entornos de aprendizaje han debido adaptarse para contribuir con el método educativo utilizado. Hoy en día, el diseño de los espacios educativos ha cobrado gran relevancia. Para ofrecer una experiencia educativa diferente se necesita de una transformación del entorno de aprendizaje. A través de la creación de espacios que respalden las nuevas filosofías de estudio, como la instrucción centrada en el alumno, así como la autonomía de los estudiantes, estos pueden tener una mejor experiencia en los espacios y, con ello, participar de manera más efectiva en su aprendizaje. Claves para mejorar la experiencia de los estudiantes reinventando los espacios «Yo no enseño a mis alumnos, solo les proporciono las condiciones en las que puedan aprender». Esta célebre frase de Albert Einstein puede relacionarse con el rol que tiene el diseño de espacios en el aprendizaje. Si bien el plan de estudios es fundamental en cualquier institución educativa, el entorno en el que se enseña también juega un papel crucial en el proceso de enseñar y aprender. En este sentido, el diseño de interiores resulta fundamental para ofrecer una mejor experiencia dentro del entorno educativo, y sirve tanto a estudiantes como profesores y a todos aquellos que hacen vida en estos recintos. Cuando los espacios de enseñanza-aprendizaje están bien diseñados, se crea un ambiente idóneo que promueve la interacción social, que —a su vez— contribuye con el logro académico. Para que el diseño de espacios coadyuve, de modo significativo, a mejorar la experiencia dentro de las instituciones educativas, hay que enfocarse en ciertos aspectos claves. Ángela Meneses, socia de AEI Spaces, explica la relevancia de diseñar los espacios en función de sus usuarios. Asegura que en el sector educativo es de gran importancia considerar las necesidades de los estudiantes. Si se está diseñando para un preescolar, primaria, bachillerato o una universidad, los espacios deben adaptarse a las edades de los alumnos. Para un preescolar, por ejemplo, las medidas que se utilizan son totalmente distintas porque todo se hace en pequeño, precisamente para que esté al alcance de la altura de los niños. Meneses explica que el diseño también debe adaptarse a la forma de aprender, pues —en el caso de los niños— una buena parte del aprendizaje se da a través del juego. Entonces, ahí se perciben claramente unas condiciones distintas. Cuando se trata de un diseño para una entidad educativa superior, se deben tener en cuenta otros elementos. En este caso, se utiliza la innovación para que los estudiantes desarrollen su pensamiento crítico y se puedan abrir debates dentro de los espacios que se diseñan. Por ello, la socia de AEI resalta la necesidad de identificar las características de cada público objetivo para crear espacios personalizados que fomenten el adecuado aprendizaje del grupo. Los mejores entornos de aprendizaje están diseñados para admitir diversas pedagogías, estilos de aprendizaje y tamaños de grupos. Por ello, las aulas, laboratorios, salas de reuniones y demás espacios educativos no deben estar destinados a un solo propósito. Es fundamental que estos espacios apoyen el desarrollo de diversas actividades, lo que se puede conseguir por medio del mobiliario modular. De acuerdo con Meneses, mientras más modulares sean los muebles, mucho mejor. De este modo, el espacio puede configurarse de diversas formas, según la actividad a desarrollar o el número de estudiantes involucrados. Un mobiliario flexible contribuye a que la dinámica, tanto en las aulas como fuera de estas, sea muy versátil. Este tipo de muebles también ayuda a reducir las distracciones. El estudio Seating Arrangements that Promote Positive Academic and Behavioural Outcomes: A Review of Empirical Research, enfocado en la disposición del mobiliario, sugiere que la distribución debe determinarse en función de la actividad en cuestión. Los investigadores afirman que las tareas interactivas se benefician más de las disposiciones de asientos en semicírculo y grupos, y las independientes de las disposiciones en filas. De allí, la importancia de contar con un mobiliario modular. Creer que el aprendizaje solamente ocurre en el salón de clases es una idea un poco anticuada. Ángela Meneses explica que antes se pensaba que muchas de las áreas funcionales (pasillos, escaleras, cafeterías) solo tenían un único rol. “Con el tiempo, eso ha madurado. Actualmente, cada uno de estos espacios se abre como una posibilidad para tener interacción y también para contribuir en el modelo educativo y cultural de cada una de las instituciones”, afirma. Las investigaciones en el campo, y el diseño de interiores, han demostrado que —hoy en día— todos los espacios que se encuentran en una institución educativa son posibles centros de aprendizaje, por lo que este ya no tiene lugar solo en el aula. La realidad es que la educación está destinada a suceder en cualquier espacio, sobre todo si es abierto, cómodo, bien iluminado y visualmente estimulante. Conclusiones: La mejor experiencia de aprendizaje ocurre cuando el entorno es capaz de cubrir adecuadamente las necesidades de los estudiantes. En el contexto educativo competitivo de hoy día, estos espacios pueden destacarse al crear una excelente experiencia para los alumnos que respalde las formas en que estos aprenden, colaboran y socializan. Puntos importantes:
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