Tendencias actuales en el diseño y la arquitectura de hoteles

El sector hotelero ha crecido un 7% en la última década, según la firma de consultoría global Deloitte. La pandemia ha exigido crear experiencias únicas para los clientes. La covid-19 ha alterado a la industria hotelera. Solo el confinamiento durante julio y septiembre de 2020, por ejemplo,  hizo perder 40.000 millones de euros al sector hotelero español debido a la reducción masiva de la demanda extranjera. de acuerdo con Arturo Gayoso, socio de Financial Advisory en Deloitte. Además, 500.000 personas perdieron sus empleos. En definitiva, las condiciones son nuevas para una industria en constante competencia. Un aspecto que debe tenerse en cuenta es la adopción de protocolos higiénico-sanitarios para minimizar los contagios. Esta medida transmitirá seguridad y confianza a los turistas. Por este motivo, las empresas hoteleras invierten en certificados de desinfección. Una de las certificaciones más importantes es “CovidClean”, de la organización SafeHotels.  Otras piezas claves para enfrentar la competencia son el diseño y la arquitectura de los hoteles, que sirven como factores diferenciadores para ofrecer experiencias únicas a los clientes. En este sentido, las cadenas de hoteles han incorporado innovadores diseños. A continuación veamos algunas tendencias que están transformando la experiencia hotelera. Habitaciones únicas  Comencemos con el diseño de interiores. En diversos hoteles, las habitaciones se diferencian por el tamaño, la decoración y los tipos de vistas. No obstante, hay negocios que deciden ir un paso más allá, como el Brondo Architect Hotel, en Mallorca (España). Este pequeño hotel, con tan solo treinta habitaciones, ha logrado crear una combinación única de la arquitectura mallorquina y el diseño industrial de los lofts de Nueva York.  Cada habitación es un homenaje a famosos arquitectos, como el finlandés Aalvar Alto o el holandés Rem Koohas. En cuanto a la decoración, las habitaciones tienen vigas de madera policromonadas y mobiliario de teca; los cuartos de baño están decorados con mármol de color verde oscuro y piedra de arenisca descubierta. La suite Louis Khan, por ejemplo, tiene una gran pared cubierta de piedra mallorquina en bruto. La recomendación general es que, para ofrecer una experiencia única, cada habitación debe tener un diseño especial que se plasme no solo en la decoración, sino en los colores. Por ello, los hoteles apuestan por los colores pastel, que aportan un estilo moderno. Arquitectura sostenible  Una encuesta de la empresa TUI AG destacó que dos tercios de los turistas en 2017 estaban dispuestos a abandonar sus comodidades si esto reducía la contaminación y protegía los ecosistemas. Por ello, cada vez más proyectos hoteleros, en lo referente a la construcción, utilizan materiales nobles y sostenibles, como la madera, el papel reciclado y el corcho. Estos materiales son menos degradantes y más duraderos. Otra forma de crear espacios sostenibles es con áreas verdes con plantas, muros verdes e iluminación natural, ya sea con enormes ventanales o luminaria LED. El hotel Nodo, ubicado en Chile, se ha caracterizado por este tipo de arquitectura. La mayor parte de sus espacios tienen un diseño biofílico. De esta manera, ofrece una conexión con la naturaleza y una experiencia única para el cliente.  El lobby de un hotel también debe incorporar elementos de la arquitectura sostenible. Según la plataforma de tendencias WGSN, este espacio debe aportar bienestar y tranquilidad. Por ello en el “nuevo lobby” se recomienda incorporar elementos naturales, como un puente al exterior o recreaciones de cascadas, bosques o cualquier escenario natural.  Espacios híbridos  La covid-19 ha transformado la manera de trabajar y ha dado paso a un modelo que combina el trabajo remoto y el presencial. En el ámbito hotelero, los espacios híbridos se han caracterizado por ser lugares donde las personas se reúnen para comer, socializar y trabajar. Los espacios híbridos son claves para crear oportunidades de negocio en el sector. De hecho, según Colliers International, una de las oportunidades para el sector hotelero son los hoteles híbridos, ideales para profesionales jóvenes que buscan tener los servicios de un hotel y una oficina.  Las instalaciones adecuadas también son fundamentales para tener espacios híbridos dentro de un hotel. Estos espacios deben contar con salas de reuniones, espacios flexibles en áreas comunes y áreas de cotrabajo. El mobiliario, asimismo, puede incluir mesas que se convierten en pizarras para reuniones, sillones modulares, sofás ergonómicos o mamparas con ruedas para separar espacios y propiciar la concentración y la creatividad. La pandemia ha causado un impacto sin precedentes en las cadenas hoteleras. En este escenario, cada vez más actores del sector apuestan por la innovación para satisfacer las nuevas necesidades de los huéspedes. Como resultado, los hoteles se adaptan a las principales tendencias de la arquitectura y el diseño de interiores, con el objetivo de impulsar sus ventas y ofrecer a los clientes una experiencia distinta y de mayor valor. Puntos Importantes: La arquitectura y el diseño de interiores son importantes para diferenciarse de la competencia y ofrecer una experiencia satisfactoria a los huéspedes.  Las habitaciones con diseño único, que incluyan decoraciones novedosas y colores innovadores, harán que el huésped tenga una experiencia única durante su estancia.  La arquitectura sostenible se ha convertido en una de las tendencias más importantes en la construcción de hoteles de alta gama.  El diseño biofílico es una forma innovadora de integrar elementos de la naturaleza en los establecimientos hoteleros.  Los espacios híbridos tienen el potencial de crear oportunidades de negocio para los hoteles en un contexto de crisis económica y pandemia.

La autopercepción dentro de los metaversos

La idea de metaverso, o de mundos virtuales que actualmente está en tendencia nos está llevando a reflexionar sobre cómo estas nuevas tecnologías impactarán en nuestro relacionamiento, y cómo podríamos aprovecharlas para generar nuevas y mejores interacciones entre nosotros. Después de todo, es una nueva forma de habitar el mundo la que se está desarrollando, y en esa medida, surgirán nuevas formas de entendernos cómo seres humanos. Estas reflexiones ya se han venido dando; actualmente existen numerosos estudios sobre las maneras en las que hemos apropiados estas nuevas herramientas, sobre todo en plataformas como Second life que llevan bastante tiempo experimentando con la creación de interacciones dentro de universos virtuales. Estos estudios han evidenciado la importancia de los avatares, o aquellos elementos que nos permitan algún grado de autopercepción, dentro de la experiencia de interactuar con un mundo virtual. Estos, más allá de ser una representación nuestra en un mundo virtual, son elementos que nos permiten habitar y dar proporción a nuestra experiencia en ese mundo. Así como en la realidad, la experiencia de habitar un mundo virtual está mediada por las fronteras que delimitan el espacio, y al mismo tiempo, nuestros sentidos. En esa medida, lo que podemos llamar un “lugar” en el espacio virtual, también tiene que ver con cómo nos percibimos a nosotros mismos allí, con las fronteras que esté tiene, y las que nosotros también creamos. Los avatares son importantes en esa experiencia pues son los que nos permiten percibir y dimensionar las fronteras en un universo que parece no tenerlas. El hecho de construir un lugar también hace parte de esa noción de habitarlo. En este punto, son de gran importancia los assets digitales o aquellos elementos que permiten personalizar los espacios virtuales. Su valor radica en que nos dan una sensación de crear “lugar”, esta sensación de crear nuestro propio hábitat está directamente ligada a nuestra experiencia de habitar en el mundo real. No habitamos porque construimos, sino que construimos porque habitamos. Los avatares también nos permiten extrapolar nuestra experiencia real, a una experiencia digital, en la cual también buscamos encontrar maneras ideales de existir. Por esto, toda arquitectura digital debe pensar en la experiencia fundamental del ser humano, la cual se relaciona con los procesos de construcción de lugar. Dentro del metaverso, también se deben generar relaciones que rememoren esas imágenes fundamentales que hacen parte de nuestro habitar en el mundo.  Una casa en el metaverso, por ejemplo, debe poseer aquellas imágenes poéticas y arquetípicas que nos dan un sentido de hogar, como es la idea de un espacio iluminado por el fuego (o por otro elemento, dependiendo la configuración o el contexto) que nos reúne en torno a un centro, o la idea misma de descanso o espacio privado, representada en la cama. Estos espacios, deben acoplarse a la escala propia del avatar y generar sensaciones a través de la imagen, pues es allí en donde la virtualidad resalta más. Todas las configuraciones que se hagan dentro del metaverso deben rememorar la experiencia de “ser” humano, pues esta no va a desaparecer. Como menciona Bjarle Liboriussen, “los mundos virtuales deben llamar no solo a la fascinación con lo nuevo y lo disruptivo, sino también a una fascinación con lo viejo”, es decir con aquellos elementos arquetípicos que todos compartimos como seres humanos, y que son transversales a cualquier medio o circunstancia en la que podamos estar. Los avatares son, entonces, los elementos que nos permitirán experimentar estas experiencias y habitar estos nuevos mundos. Estos tienen que trascender de la idea de que solo sirven para navegar el espacio, pues son mucho más que eso; y en tanto entendamos las diferentes posibilidades que pueden ofrecer, la experiencia inmersiva de habitar los mundos virtuales será cada vez más rica. Daniel Medina

Salones modernos: cómo influye el diseño en el rendimiento académico

Un diseño moderno del salón de clases puede mejorar el rendimiento académico hasta un 25%, indican la página web especializada en educación Flocabulary.com y la Universidad de Salford (Inglaterra). En el área de la pedagogía se buscan constantemente herramientas para potenciar el rendimiento de los alumnos. Tradicionalmente, estas herramientas han servido para mejorar actividades como programar exámenes, mejorar los métodos de enseñanza y recompensar las altas calificaciones, entre otras.  Ahora bien, varias investigaciones han demostrado que el diseño de las aulas también tiene un papel crucial en el rendimiento de los estudiantes. En efecto, los estudiantes de diferentes niveles educativos se desempeñan mejor cuando sus salones poseen: Cromatismo motivador Objetos estratégicamente distribuidos  Acceso a entretenimiento y tecnología Todo ello acompañado de “innovadores programas de formación educativa que amalgaman la infraestructura y el mobiliario con las necesidades de cada grupo académico”, precisa Ángela Meneses, arquitecta y socia directora de AEI Spaces.  El cromatismo motivador en las aulas La paleta de colores de los salones influye en el comportamiento de los estudiantes, indica un estudio de la Universidad Creighton (Estados Unidos). Así, los colores ‘frescos’ (celestes, amarillos, verdes claros) producen sensación de libertad y buen humor.  Estos resultados concuerdan con el estudio que la Universidad de Salford (Inglaterra) efectuó en 2017 sobre la relación entre el diseño de las aulas y el rendimiento académico. Los resultados mostraron que el cambio de ciertas condiciones del salón, como los colores y la iluminación, mejoran hasta un 25% el rendimiento académico. Pero si un espacio no está bien iluminado, los beneficios de los colores ‘frescos’ no serían de consideración. Esta idea también la sostiene la plataforma especializada en educación SteelCase Education: la luz natural en los salones produce efectos psicológicos y físicos positivos en los alumnos.  Redistribución de espacios y objetos En un salón hay objetos indispensables para las actividades académicas: pupitres, pizarras, proyectores, etc. Su distribución clásica es el docente en un extremo del salón y los estudiantes en pupitres alineados en filas. Lo que se suele ignorar es que ese orden puede convertirse en un factor desmotivador para el aprendizaje.  Sin embargo, las aulas modernas ya no pueden tener la misma infraestructura que hace un siglo: una distribución arcaica de objetos y espacios tiene repercusiones negativas en el aprendizaje. Así lo indicó en 2019 la plataforma Universita.net, a partir de las investigaciones que las universidades de Washington y California Berkeley (Estados Unidos) realizaron sobre este tema.  En su lugar, un aula moderna debe ser espaciosa; los pupitres, las pizarras y otros elementos no deben estar excesivamente juntos y dar la sensación de agobio.  Al respecto, en una entrevista publicada en el sitio web de Fundación Telefónica, expertos en arquitectura de la Universidad CEU (España) cuestionaron la distribución tradicional de los objetos en los salones. Las aulas cerradas con pupitres y pizarras atornilladas solo promueven la lección magistral y dificultan la interacción entre estudiantes y docentes. “Las aulas tradicionales fueron hechas para priorizar la unilateralidad de la enseñanza magistral. Perjudican la interacción y una posible educación más personalizada”, resalta la arquitecta Meneses.  La Universidad de Holanda es un ejemplo contrario a la distribución tradicional. Gracias a su estratégico diseño que prioriza los ambientes abiertos, se puede experimentar con nuevas formas de ordenar el mobiliario. En lo que respecta a sus aulas, habitualmente se reorganizan los pupitres y se incluyen sofás que brindan comodidad de alumnos y profesores.  Además, estos espacios abiertos en zonas comunes pueden mejorarse con elementos biofílicos (pequeños jardines, mini huertas, macetas, etc.), afirma la arquitecta Meneses.  Salones lúdicos y con predisposición tecnológica Los salones modernos son espacios lúdicos y tecnológicos.  Un salón lúdico posee mobiliario con el que los alumnos y profesores pueden realizar actividades de innovación, creatividad y desconexión. Estos elementos (muebles, sofás, toboganes, entre otros) contribuyen a que, mediante la recreación y el descanso, se potencien la enseñanza y el aprendizaje. Tales criterios los pone en práctica la red de escuelas de la Fundació Jesuïtes Educació, en Cataluña (España), cuyas aulas poseen coloridos pupitres y sofás para leer; también objetos como juguetes de madera y peluches, que impulsan nuevas maneras de aprender. Además, los centros educativos pueden convertir los espacios lúdicos en extensiones del aula, observa Meneses. “Los polideportivos, los parques infantiles, así como las zonas comunes, las plazas y las escaleras, podrían dejar de ser simples espacios de entretenimiento o de tránsito: se convertirían en áreas acondicionadas para un aprendizaje dinámico”, señala.  La Universidad Tecnológica de Múnich (Alemania) ha llevado adelante proyectos semejantes. En sus ambientes suele haber toboganes y mullidos sofás para que los docentes y los alumnos tengan pequeños momentos de desconexión en medio de la rutina académica. Esto alivia el estrés acumulado por las clases. El otro componente de las aulas modernas es la “predisposición tecnológica”. ¿En qué consiste? En la adaptación de las aulas para integrar múltiples herramientas tecnológicas tales como: Pizarras electrónicas Amplificadores de WiFi Cargadores de móviles Los entornos digitales tienen efectos directos en la calidad del aprendizaje y la enseñanza, tal como lo señala un estudio de la Universidad de Nápoles Federico II (Italia). Por ende, las aulas modernas deben amalgamar los espacios físicos y digitales si se quiere mejorar los resultados académicos. En 2016, un informe de la European Schoolnet indicó que la tecnología en las aulas mejora las relaciones entre los estudiantes y facilita la dinámica de las clases. Señaló además que entre los instrumentos que se deben incluir en las aulas están las pizarras táctiles, las tarjetas inteligentes, los amplificadores de internet y los ordenadores.  Los salones modernos ya no pueden diseñarse con los mismos criterios de hace siglos. Estudios arquitectónicos, pedagógicos y sociológicos concuerdan en que se deben crear entornos dinámicos para mejorar el rendimiento de los estudiantes.  Los salones de vanguardia podrán contribuir al mejoramiento académico, emocional e intelectual de los estudiantes si cuentan con cromatismos e iluminación, una distribución estratégica de objetos y espacios y ambientes lúdicos y tecnológicos.  Estas novedosas propuestas de diseños y tecnologías deben ir a la par de actualizaciones en