5 consejos para crear espacios vivos y flexibles
Antes de que se declarara el confinamiento global frente a la pandemia, ya en las oficinas se incorporaban materiales reciclables y mobiliario multiuso. La idea era crear áreas flexibles y funcionales, adaptadas a las rápidas transformaciones del mundo empresarial.
Ahora, a medida que las empresas reabren sus espacios, ajustan procesos y vuelven a recibir a sus colaboradores, el diseño arquitectónico ha dado un gran giro. La meta hoy es crear espacios que se adapten a diferentes culturas, situaciones y tendencias, y evitar que se conviertan en áreas sin uso y obsoletas.
En este sentido, compartimos cinco consejos para crear espacios vivos y flexibles que acompañen la revolución del trabajo que está en marcha.
1. Repensar la gestión de los espacios de oficina
Para Daniel Medina, analista de innovación de AEI Spaces, lo primero que hay que hacer antes de rediseñar unas oficinas e incorporar nuevo mobiliario es comprender la dinámica laboral de la organización.
La idea es pensar cómo los espacios, junto al mobiliario, pueden dinamizar las actividades y los procesos productivos. El objetivo es crear ambientes que propicien la agilidad y la eficiencia.
2. Lograr una nueva conexión con el espacio de trabajo
La nueva tendencia en el diseño de oficinas es hacer que las personas se apropien del espacio y creen las interacciones de los elementos que lo integran, afirma Daniel Medina. Esto requiere un cambio en la cultura organizacional y evaluar el uso que hacen los empleados del espacio, de manera tal que a medida que cambian las necesidades cambie también el uso de las áreas y del mobiliario.
“¿Cómo fomentar esa cultura de apropiación de los espacios? Una posibilidad puede ser instruir a los empleados para que entiendan la relación entre los elementos de los diferentes ambientes; para que comprendan, por ejemplo, la relación y la funcionalidad entre un sofá y una mesa colocados en una sala de espera, y de estos con el espacio de la sala de reuniones”, sostiene Medina.
Si las personas entienden la relación y la funcionalidad entre las áreas y los elementos del diseño (mobiliario, luces, etc) y los alinean con el modelo de trabajo, podrán usar el espacio de manera más eficiente.
3. El espacio debe ser flexible
Una tendencia extendida es maximizar los espacios: eliminar paredes y, si es necesario, separar las áreas con paneles o grandes ventanales que propicien la interacción física y visual. El objetivo es tener ambientes diversos y entremezclados que ofrezcan sensación de amplitud.
“El espacio debe cambiar en función de las necesidades, situaciones o coyunturas. También se debe usar diferentes tipos de mobiliario, adaptables y multiuso, que permitan cambiar la disposición del espacio”, afirma el analista de innovación de AEI Spaces.
El espacio debe vincular diversas áreas; por ejemplo, colocar al lado de estaciones de trabajo individuales una mesa contigua para tener reuniones rápidas.
4. La iluminación natural cobra protagonismo
La arquitectura actual propone extender el uso de iluminación natural: “Los espacios colaborativos abiertos, de esparcimiento y de trabajo individual deben estar cerca de las ventanas para aprovechar la luz del sol”, sostiene Medina.
También es clave utilizar diversos tipos de luces artificiales que den matices al ambiente y evitar usar solo la típica luz blanca.
5. Apuntar a la funcionalidad de las oficinas.
Después de pasar tanto tiempo confinados en las casas, las empresas han comprendido las ventajas del trabajo remoto. De allí que le hayan dado a los arquitectos la tarea de diseñar espacios acordes con este nuevo modelo.
Por ello se busca crear espacios en función de las actividades de las personas; por ejemplo, áreas que puedan servir como salas de reuniones, pero también para consumir refrigerios o bebidas. Se apunta también al diseño de espacios flexibles y que mezclen ambientes, como una sala abierta que se puede convertir en un espacio de esparcimiento.
Conclusiones:
El mundo en el que vivimos cambia cada vez más rápido. La tecnología y la globalización han hecho que nuestras costumbres, prioridades y estilos de vida se transformen constante y rápidamente.
Las empresas ya venían trabajando antes de la pandemia en el cambio de espacio desarrollando diferentes tipologías y mobiliario que pudieran adaptarse a las nuevas tendencias que estaban marcando el trabajo en las oficinas.
A medida que las empresas reabren espacios, ajustan procesos y vuelven a acoger a sus equipos en sus lugares de trabajo, queda claro que las tendencias de arquitectura han dado un gran giro. Hoy, los encargados del diseño de oficinas apuestan por apoyarse en la creatividad y el desarrollo sostenible, para crear espacios vivos y flexibles.